Sergio «Topo» Ramos siempre esté vendiendo soluciones que nunca aplicó cuando tuvo el poder. Su repentina «claridad» para comprender los problemas de los rosarinos no solo es una falta de respeto, sino que también deja en evidencia su descaro absoluto. Más de 30 años administrando los destinos de una ciudad condenada al olvido. Condenada a ser un pueblo o una aldea.
Durante sus gestiones, Sergio Ramos gobernó Rosario de Lerma sin un rumbo claro, solo con Pan y Circo, dejando como legado una ciudad con infraestructura deteriorada, crisis económica, calles y servicios públicos colapsados. Cuando los vecinos le exigían respuestas, nunca las tuvo. Pero ahora, nuevamente en campaña para su Sra esposa, la senadora Leonor Minetti, parece haber encontrado la «fórmula mágica» para solucionar los problemas que él mismo dejó y en el 90% de los casos él mismo generó.
Lo más indignante es verlo recorrer las calles que antes ignoró, saludando a vecinos que antes despreció y hablando con un cinismo propio de quien confía en que la memoria del pueblo es corta.
«Tenemos que construir una Rosario de Lerma donde nadie quede afuera, donde todos tengan oportunidades. Hay que mirar a las personas, no solo los números. La gente la esta pasando mal, necesita educación, salud y trabajo«, afirmó en la campaña pasada en declaraciones públicas.
Su discurso, lleno de frases vacías y promesas recicladas, es un insulto para los rosarinos que padecieron su incapacidad de gestión los últimos 30 años. Resulta grotesco que quien no supo, o no quiso, mejorar la ciudad cuando tuvo el poder absoluto, ahora pretenda presentarse como un salvador para salvarnos del desastre que el mismo generó.
No se trata de palabras bonitas ni de discursos prefabricados, sino de hechos. Y los hechos condenan su gestión. Su tiempo ya pasó y lo que deja atrás es la prueba irrefutable de su fracaso. El 73% de los rosarinos entendio, en la elecciones pasadas, que Ramos no era un opción. Esperemos que entiendan tambien que Leonor Minetti es el Topo Ramos. Igual de Inútil.
