El 24 de octubre de 2004, falleció el Padre Chifri sufrió aquel terrible accidente que lo puso frente al mayor desafío de su vida.
Su imagen pastoral quedará para siempre en El Alfarcito y las zonas aledañas de Rosario de Lerma, en Salta, donde había desarrollado una curiosa manera de acercarse a la feligresía. Sigfrido Maximiliano Moroder, usaba el parapente para volar de comunidad a comunidad en medio de tantos cerros.
La muerte del sacerdote, que tenía 46 años y era conocido simplemente como el padre Chifri, profundizó el silencio de la Quebrada del Toro, donde hay unos 27 parajes y 21 escuelas rurales. Inesperada ausencia, tras la lucha que había dado para vencer un accidente de vuelo hace casi una década que lo quiso confinar a una silla de ruedas, pero su fe y su esfuerzo lo pusieron casi de pie.
No pudo volver al parapente, pero siguió en Rosario de Lerma con su misión, acompañado por bastones canadienses con los que desafió esa geografía. Su fuerza de voluntad está reflejada en Después del abismo, el libro que escribió tras recuperarse.
«Pensé en integrar mi actividad pastoral con lo deportivo y tenía más de 200 vuelos cuando me embolsó un remolino y caí 40 metros en picada», resumió su accidente.
Nacido en Buenos Aires, el padre Chifri comenzó su trabajo pastoral en Salta en 1999 y desarrolló una amplia obra social que incluyó el desarrollo de una escuela secundaria para contener en El Alfarcito a los adolescentes y evitar la migración casi constante que convertía la región en un albergue de niños y de ancianos.
También creó una fundación y convirtió un viejo ómnibus en El colectivo de los sueños, que equipó con material didáctico y deportivo, con juguetes, instrumentos musicales y hasta un televisor y un castillo inflable. Con ese colectivo recorría las escuelas de la región.
Su vocación religiosa nació durante sus estudios en el Colegio Guadalupe de los Misioneros del Verbo Divino. Ingresó en el seminario en 1984. En 1995 llegó a Salta y se afincó en la Quebrada del Toro. Por su acción en favor de la comunidad, había sido distinguido con el premio y la bandera Argentina Solidaria 2010.
Fuente: Nuevo Diario