Quizás la manera óptima de resolver o enfrentar un problema es simplemente adelantarse al problema. Ser precavido es sinónimo de tener un “plan B” ante cada situación. Claro que en tiempos de pandemia los planes B no alcanzan, porque nadie espera que tengamos una pandemia cada año y tanto los gobiernos como los ciudadanos reaccionan como pueden o como están preparados.
Nuestras autoridades, tanto nacionales y provinciales como municipales, nos han demostrado estos días que hay dos caminos o dos opciones: la primera cumplir con la función que el pueblo, por medio del voto les ha confiado; la segunda recurrir a la demagogia y aparentar ser buenos. En definitiva ser bueno es fácil, lo difícil es ser justo.
Lo que debemos exigir es que nuestras autoridades resuelvan de verdad los problemas estructurales que como sociedad tenemos, en momentos como estos y más que nunca, los que nos gobiernan deben ocuparse y preocuparse tengamos tranquilidad y que cuando otra vez podamos retomar nuestras actividades diarias, lo podamos hacer en las mejores condiciones.
Nuestra tranquilidad son los suministros, la energía eléctrica, dinero en los cajeros, el agua potable, las cloacas, acceso a telefonía, cable e Internet entre otras. El Café me lo tomo en casa.
Es destacable como algunos diputados aprovechando las nuevas tecnologías continúan trabajando y dialogando a diario con los ministros o el mismo gobernador y otros simplemente repartiendo un café en las calles. Algunos concejales donaron su sueldo, y destinaron ese importe a la compra de insumos para el hospital y otros siguen repartiendo un vasito con té o café de vez en cuando o vendiendo paltas. Intendentes que coordinaron de manera lógica la espera de los jubilados para el cobro de sus haberes jubilatorios y otros que solo repartieron café. Bueno parece que “Todos” solo saben repartir café, es como si hubiéramos votado a buenos candidatos que sirven café, unos simples mozos.
¿Y mañana qué?
Tal vez, hubiera sido bueno que no tengamos que esperar tanto, que los jubilados no tengan necesidad de someterse a un desastre, porque la sociedad está preparada, porque los gobernantes fueron precavidos y se anticiparon.
El diputado Jarsún y su gestión de las cabinas desinfectantes, el concejal Ramos y la donacion completa de su sueldo para insumos al hospital y el Intendente Orozco del Carril, por dar algunos nombres demuestran que están preparados y cumplen con su función.
Los otros o “todos”, bueno hacen lo que pueden nomas.