Mientras los vecinos de Rosario de Lerma siguen reclamando obras, seguridad y respuestas concretas a los problemas diarios, el Concejo Deliberante local solo funciona en sintonía con el poder de turno y de espaldas a la comunidad. El malestar ciudadano con la gestión del intendente Sergio “Topo” Ramos se amplifica aún más cuando se analiza el rol del cuerpo legislativo municipal.
Los concejales, lejos de representar una diversidad de voces y ejercer un verdadero control sobre el Ejecutivo, se han limitado a acompañar en silencio cada decisión del intendente. Esto incluye aumentos de tasas, falta de control en la obra pública, y una ausencia total de debates serios sobre las problemáticas que afectan a los barrios.
Fátima Chocobar. Alterada. Admitió manejar sin carnet. Además insultos y amenazas a vecinos.
Sin control, sin debate y sin oposición
En lugar de marcar una agenda propia o exigir respuestas sobre el estado de abandono de muchas zonas del municipio, el Concejo Deliberante de Rosario de Lerma se convirtió en una escribanía del Ejecutivo. Los vecinos notan con preocupación el nivel de superficialidad en las sesiones, donde abundan discursos vacíos, gestos para las redes sociales y muy pocas propuestas reales.
Pese a los altos sueldos que perciben, los concejales no logran justificar su función con ordenanzas que mejoren la vida cotidiana de los ciudadanos. Tampoco han sido capaces de fiscalizar ni reclamar por los reiterados reclamos vecinales: calles intransitables, basurales a cielo abierto, inseguridad y abandono de plazas y espacios públicos.
Los funcionarios que no están a la altura. «Voluntariosos pero inútiles: el atraso no es casual.»
Una mayoría silenciosa y funcional
En los últimos meses, se ha visto cómo el oficialismo logró consolidar una mayoría que aprueba sin cuestionamientos cada proyecto enviado por el intendente Ramos. Esta falta de oposición activa impide el surgimiento de debates necesarios y resta legitimidad al rol institucional del Concejo.
Al igual que en otros municipios, la ciudadanía espera que sus representantes legislativos sean verdaderos defensores del interés público, no socios políticos del Ejecutivo. En Rosario de Lerma, esa expectativa sigue sin cumplirse.
Rosario de Lerma sigue esperando
Mientras los concejales se felicitan entre ellos por un “trabajo en conjunto”, la ciudad continúa sin soluciones concretas. Las prioridades reales de los vecinos siguen siendo postergadas, y los discursos de campaña quedaron en el olvido.
El Concejo Deliberante de Rosario de Lerma debe recuperar su esencia: ser un espacio plural, de control, de debate serio y de representación vecinal. Mientras eso no ocurra, la confianza de la comunidad en sus instituciones seguirá en caída libre.
La escandalosa ruta del dinero de los “kioscos” del “Topo” Ramos y Leonor Minetti.
