Campo Quijano, conocido por su clima ardiente, vivió ayer una sesión matutina agitada en su Concejo Deliberante. La ausencia llamativa de Ariel Gallardo marcó la jornada. Mientras Gallardo brillaba por su ausencia, el resto de los concejales, encabezados por «Lupy» Cruz, se hicieron presentes. La unanimidad de los cinco votos rechazó la ejecución presupuestaria del 2022, un movimiento que algunos anticiparon y otros encontraron sorprendente. Este veredicto quedó inmortalizado en la reciente sesión del Concejo Deliberante.
Sin embargo, este no fue el único episodio reciente que sacudió al Concejo. Hace poco, un corte de energía y tres facturas pendientes de pago a pesar de contar con los recursos necesarios. Esta falta de control y prolijidad administrativa se agudizó ayer, y la concejal Mayra Rossetto, en un movimiento respaldado por unanimidad, solicitó la renuncia de Carlos «Lupy» Cruz, quien presidía el Concejo Deliberante.
La ejecución presupuestaria fue objeto de rechazo por un recurso administrativo presentado por el concejal Mariano Zerda. Según Cruz, sus compañeros de partido, tanto del PRO como de la UCR e incluso del oficialismo, tomaron esta decisión debido a críticas recientes a Patricia Bullrich, candidata a presidenta de Juntos por el Cambio.
El periodista de Campo Quijano Ricardo Guzmán añadió que el Ejecutivo municipal envió la Ejecución sin la documentación respaldatoria necesaria. Además, el concejal radical Ariel Gallardo recibió información contradictoria de los ministerios de Educación e Infraestructura en comparación con lo que afirmaba el intendente Carlos Folloni. Este desajuste se reflejó en el gasto destinado a las escuelas, donde Folloni declaró ocho millones de pesos y la Provincia informó el envío trece millones.
En comisión, los ediles no lograron ponerse de acuerdo sobre las cuentas del Ejercicio, aprobando un dictamen por mayoría y rechazando uno por minoría los puntos presentados. Zerda y Copa presentaron un recurso administrativo que detallaba montos inconsistentes con las declaraciones de Carlos Folloni. Sin embargo, Lupy Cruz evitó que este recurso se tratara en sesión, priorizando la Ejecución presupuestaria.
En medio de estos sucesos, Rosetto acusó a Cruz de haber sustraído 30 mil pesos de la caja chica del Concejo, erosionando la credibilidad del expresidente y precipitando el cambio de autoridades.
En conversación con Nuevo Diario, Lupi Cruz lamentó su destitución y apuntó que sus críticas a Patricia Bullrich fueron el detonante. Aseguró haber entregado los fondos de la caja chica a la nueva presidencia y dejó un superávit de $13.750, junto con $8.000 cuyo destino aún está por definir y $5.000 pendientes de rendición.
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