Si sos empleado público que no te presionen, ni obliguen ni permitas que te pongan la camiseta partidaria; que sea tú voluntad, elección, convicción y decisión de participar o realizar actividades o trabajos para la campaña electoral.
La existencia de presiones a trabajadores para que participen de las campañas electorales en favor de superiores jerárquicos o de otros funcionarios de gobierno es un problema extendido que no distingue ideologías, banderas políticas ni regiones geográficas de nuestra Salta.
Ésta práctica es producto de la confusión entre gobierno y partidos de gobierno e implica un aprovechamiento indebido de los recursos humanos del estado en beneficio de un determinado grupo político, además de un avasallamiento de los derechos del trabajador.
La presión a los empleados y obreros públicos para que realicen actividades de campaña se encuentra prohibida por la Constitución Nacional, numerosos tratados internacionales de Derechos Humanos, distintas leyes nacionales y provinciales, constituyendo además un delito.
Ésta práctica lleva décadas y se sigue sosteniendo en el tiempo, la falta de moral, ética y valores de gobernantes y funcionarios que «abusan directa o indirectamente de sus facultades o prerrogativas para realizar proselitismo o acción política con recursos del estado” y hacen obedecer a los empleados avasallando sus deberes, derechos y garantías «bajo la obligación de «obedecer y realizar actos no compatibles con la función y con el servicio del agente».
Juan Carlos Ojeda.
Texto de Redes Sociales.