En el apasionante mundo de la política local, las escaleras no solo sirven para ascender físicamente, sino que se han convertido en símbolos de la intriga, la confrontación y la salida a lo dramático. ¿Qué escalón más intrigante que la «Escalera Caracol»? Una estructura que ha desatado más controversia que la elección del sabor del helado del día.
El último capítulo de esta saga llega con el retiro de esta famosa escalera del edificio municipal después de un impasse de ¡cuatro años! Sí, señoras y señores, cuatro años dando vueltas en espiral sobre una escalera que, al parecer, se resistía a abandonar su cómodo lugar.
- Capalbi: «Prometió sacar una escalera y no la pudo sacar. La imagen es muy mala.».- (AUDIO)
- Lo primero que tienen que hacer para recuperar la credibilidad es sacar la escalera. (AUDIOS)
Pero, ¿a quién se le ocurre desaparecerla a seis días de la partida del anterior mandamás? El intendente saliente, Enrique Martínez, decidió desmontarla en el último minuto, provocando una reacción por parte del intendente electo Sergio «Topo» Ramos.
Ramos no tardó en sacar sus dedos digitales, acusando la maniobra de Martinez como un acto de cobardía y esquivando problemas. Su declaració de haber hecho lo mismo apenas hubiera tomado posesión deja a todos con la incógnita …
Sin embargo, el melodrama no estaría completo sin la entrada triunfal de Nancy Gómez, quien, como la estrella invitada que nunca se queda callada, arremetió contra Ramos y el gobernador de Salta, Gustavito Sáenz, en un episodio que rayó en lo pasional.
El terreno de las acusaciones se convirtió en un juego de salidas estratégicas, donde cada paso hacia adelante se respondía con dos hacia atrás. Gómez descartó la insinuación de Ramos sobre el destino final de la escalera, negando su presencia en el ingreso de la ciudad. Además, lanzó sus propias acusaciones, haciendo ver que el «club de los no tan limpios» era más grande de lo que todos suponían.
- Rafael Zapana: «Martínez nos mintió a todos. De 10 rosarinos 9 están disconformes con la gestión.» (AUDIO)
- Wilches «No era una vergüenza antes querido Gallego es una vergüenza hoy.» Te lo explico …
En resumen, la «Escalera Caracol» se ha transformado en el símbolo de un conflicto que, en lugar de ascender hacia la resolución, parece que desciende en espiral hacia el más puro y entretenido absurdo político. ¿El destino final de la escalera? Eso sigue siendo un misterio tan profundo como los entresijos de la política local. ¿Quién sabe? Tal vez aparezca en una subasta de reliquias políticas en lugar de adornar el acceso a la ciudad.
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