Los efectos psicológicos del aislamiento obligatorio comienzan a evidenciarse y nuestras autoridades no son la excepción, en definitiva cada uno reacciona como puede y hace lo que puede. Pero no es este el caso. Los efectos son anteriores y reiterados.
Mientras que una joven salteña de 19 años, Ana Paula, es noticia nacional porque es ejemplo de superación y emprendimiento, por otro lado la concejal Griselda Galleguillos es noticia por ser ejemplo de ridiculez y fanfarronería.
Ana Paula, que vive en Barrio Limache de la capital salteña, se quedó sin trabajo como consecuencia de la pandemia por el coronavirus y supo aprovechar la ayuda económica de $10.000 que el gobierno nacional otorgó de forma extraordinaria y con ese dinero puso una pequeña verdulería, con precios económicos, porque ella sabe y entiende que con sacrificio y solidaridad entre todos vamos a salir de este difícil momento.
“toda nación tiene el gobierno que merece” Joseph de Maistre
Griselda tiene trabajo y un sueldo asegurado, es concejal y además tiene la enorme responsabilidad de ser la presidenta del Concejo Deliberante de Rosario de Lerma, sin embargo ella decide, desde la comodidad de su hogar, hacer sorteos o videos polémicos por las redes sociales, videos que para nada son productivos ni graciosos, porque intentar dar clases de baile o cantar con poca afinación lejos de darnos alegría nos produce vergüenza ajena.
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Usando la pandemia como excusa el concejo deliberante de la ciudad sigue sin trabajar o funcionar y cuando lo hacen presentan y aprueban proyectos que no les corresponde o que son de imposible cumplimiento. Ejemplos sobran y seria muy extenso enumerar la serie de proyectos presentados y aprobados hasta la fecha. Proyectos sin ninguna utilidad.
La principal función de su presidenta hasta el momento, al igual que su hermano, es la de una infinidad de sorteos en Facebook. Lejos de presentar o «pensar» proyectos que ayuden a los habitantes de Rosario de Lerma el tiempo de cuarentena transcurre sin acciones concretas para el bien de los habitantes de la ciudad.
Ana Paula motivó con su accionar a cientos de mujeres en toda la provincia y el País con un mensaje de esperanza y mostrando que con trabajo y algunas ideas se puede salir de esta difícil situación.
Definitivamente necesitamos que nuestras autoridades sean como Ana Paula y no como Griselda, que nos motiven a esforzarnos y superarnos, que sean verdaderos líderes y por sobre todo nos den esperanza y fuerzas para seguir.
