Uno de los principales problemas de la mala administración o la incapacidad para administrar una ciudad de 40.000 habitantes es la corrupción. Cuando los funcionarios públicos no gestionan adecuadamente los recursos disponibles, no rinden los gastos realizados o no presentan presupuestos coherente existe un alto riesgo de que se desvíen fondos para intereses personales o políticos. Esto puede resultar en una falta de inversión en proyectos importantes para la ciudad, como la construcción de nuevas escuelas, hospitales, rutas, calles etc. etc.
La falta de inversión en infraestructura, que es evidente en la gestión de Enrique Martinez, también puede afectar negativamente la calidad de vida de los habitantes de Rosario de Lerma. Por ejemplo, la falta de mantenimiento de las calles de la ciudad puede provocar accidentes y dificultades para el transporte de bienes y personas. Problemas y accidentes que vemos a diario en redes sociales.
Asimismo, la falta de inversiones en sistemas de agua y saneamiento, como los tanques de agua elevados prometidos por Martinez en la campaña 2019 para todos los barrios, puede resultar en una calidad de agua pobre, enfermedades transmitidas por el agua y problemas de saneamiento. Las cloacas de B° San Jorge fueron abandonadas por Enrique Martinez y Sara Gerez, y nunca se gestionó su puesta en funcionamiento en tres años.
Otro efecto común de la mala administración y la falta de obras es la desigualdad social. En Rosario de Lerma donde la inversión se concentra en áreas específicas como B° Islas Malvinas por ejemplo, o donde los recursos se destinan principalmente a proyectos privados, fiestas y eventos deficitarios, es probable que se produzca una brecha entre los más ricos y los más pobres. Esto puede resultar en problemas de acceso a servicios básicos como salud, educación y seguridad. Proyectos y obras que siguen sin avanzar, se encuentran paradas o abandonadas por la gestión actual. Barrios olvidados y servicios municipales básicos que no se prestan como la recolección de residuos.
La falta de obras y la mala administración también pueden afectar la economía local. Cuando no se invierte en proyectos de infraestructura, se pierden oportunidades de crecimiento y desarrollo económico. Por ejemplo, la falta de inversión en calles, rutas y transporte puede dificultar la llegada de turistas, servicios o inversiones, lo que puede afectar negativamente a la economía local. La falta de capacitación o inversiones publicas en tecnología aísla a las nuevas generaciones y les quita miles de oportunidades.
En resumen, la mala administración y la falta de obras en Rosario de Lerma pueden tener graves consecuencias a futuro para sus habitantes. Desde la corrupción hasta la desigualdad social y la falta de inversión en infraestructura, estos problemas pueden y afectaran sin dudas la calidad de vida de los rosarinos y la economía local. Por lo tanto, es importante que los funcionarios públicos y líderes que lleguen en las próximas elecciones trabajen juntos para garantizar una gestión adecuada y una inversión estratégica en proyectos importantes para la comunidad. Y sobre todo es importante que estén preparados para gobernar y no sean improvisados inexpertos.
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