¡Todo es culpa del coronavirus! Esa es la excusa que da Enrique Martínez al porque todavía sigue en pie la famosa escalera caracol que conecta su oficina con un patio del edificio municipal, bueno su lema de gestión es que todo esté de pie y estancado.
El pasado 6 de marzo, en una rimbombante ceremonia, con presencia de los más destacados medios de prensa locales, se dió inicio a la demolición de la mencionada escalera. Fueron el mismo intendente primero y algunos movileros después quienes dieron golpes de martillos para demoler la estructura, los aplaudidores seriales elogiaron esta infantil acción de gobierno como si fuese la gran hazaña.
8 de Abril: La sorpresa fue grande cuando el mismo Martínez publicó un vídeo por redes sociales recibiendo donaciones, en donde todavía se puede ver la escalera completamente funcionando.
¿Por qué no la sacaron como se había prometido? Y la respuesta es por culpa del coronavirus, pero en realidad lo que sucede es que el intendente usa esa escalera.
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La verdad es la adecuación de lo que uno piensa y dice con la realidad, y la realidad es que no se sacó ninguna escalera, se dieron unos golpes para sacar paredes de durlock y nada más. Martínez no hace lo que dice, Martínez hace lo que otros le dicen, en definitiva nos dijo una cosa e hizo otra. Eso en criollo se llama verso, mentira, zanata.
Al recibir y bajar de la camioneta las donaciones dijó: «Voy a administrar estas donaciones para los que más lo necesitan«. Será.¡?
La pandemia no tiene que cegarnos, y cuando en otros municipios se gestionan cajeros automáticos móviles, en nuestra ciudad todavía tenemos que cruzar los dedos para ver si tenemos suerte y encontramos un billetito en los cajeros y no hacer una larga fila en vano, todo porque nuestro intendente, cual infante distraído, perdió su martillo y todavía no puede derribar una simple escalera caracol como se cansó de prometer en campaña … Subimos.?