En medio de un clima de descontento y reclamos por parte de los ciudadanos, el Concejo Deliberante de Rosario de Lerma parece sumido en la opacidad y la inacción. Mientras los vecinos exigen respuestas y transparencia, diversos temas cruciales quedan en la sombra, sin recibir la atención debida.
Uno de los puntos que ha generado mayor controversia es el préstamo otorgado a la Comisión de Corsos, cuyos eventos terminaron envueltos en escándalo debido a las dudosas premiaciones. A pesar de la indignación de la comunidad, las autoridades guardan un silencio cómplice, sin ofrecer explicaciones claras ni tomar medidas adecuadas frente a este hecho.
Otro aspecto preocupante es el estancamiento en la discusión sobre el aumento de tarifas de taxis y remises, un tema que lleva más de 30 días sin avances en las comisiones del Concejo Deliberante. Mientras tanto, los ciudadanos continúan esperando una decisión que afecta directamente sus bolsillos y su movilidad.
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La falta de transparencia también se evidencia en el desconocimiento generalizado sobre el organigrama y la grilla salarial del Concejo Deliberante y del Municipio. ¿Quiénes ocupan los cargos importantes? ¿Cuánto se les paga? Son interrogantes que quedan sin respuesta siempre, dejando a la comunidad en la oscuridad respecto a la gestión de los recursos públicos.
Además, el reciente juicio político a Enrique Martínez, que resultó en una pérdida economica para el municipio, plantea serias dudas sobre los gastos asociados a este proceso mal llevado. ¿Cuánto dinero se ha destinado o se destinará a cubrir los costos judiciales derivados de esta situación?
Es alarmante constatar que ninguna de estas cuestiones, y muchas otras, recibe la atención y la comunicación debidas por parte de las autoridades. El Concejo Deliberante parece funcionar más como un apéndice de la gestión de Topo Ramos, abordando únicamente los temas que el ejecutivo municipal considera convenientes.
Aunque se niegue públicamente, la realidad es que el diálogo en el Concejo Deliberante brilla por su ausencia. Las disputas internas se profundizan, mientras que la comunicación entre la secretaría de gobierno y la presidencia del concejo deliberante es prácticamente inexistente solo para dar un ejemplo.
Es imperativo que las autoridades del Concejo Deliberante de Rosario de Lerma reconsideren su enfoque y prioricen el verdadero interés de la comunidad. La transparencia, el diálogo y la rendición de cuentas son pilares fundamentales en cualquier sistema democrático, y su ausencia solo alimenta la desconfianza y el malestar entre los ciudadanos.
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