El caos y la violencia instalados definitivamente en Rosario de Lerma desde el inicio de la gestión del intendente Sergio «Topo» Ramos. El barrio Islas Malvinas, en particular, se ha convertido en una «zona liberada», donde la ley y el orden brillan por su ausencia. Este fin de semana, la brutalidad volvió a hacerse presente cuando un enfrentamiento dejó al menos siete personas heridas, sumando un nuevo capítulo a la ola de violencia que sacude la ciudad.
Lorena, madre de una de las víctimas, narró a Valle de Lerma Hoy los momentos de terror que vivió su familia. Todo comenzó cuando su hija menor fue atacada por un grupo de jóvenes al ingresar a su casa junto a un compañero. Lo que parecía un incidente menor escaló rápidamente cuando una patota armada con machetes y otras armas blancas llegó en motos, coordinando una agresión aún más violenta. «Nosotros solo teníamos piedras para defendernos«, contó Lorena.
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El caos incluyó botellazos, pedradas y ataques con fierros y cadenas. Un tío de la joven fue apuñalado y recibió machetazos en la cabeza, mientras otro hombre fue herido en el estómago por una niña armada con una horquilla. «Fue una noche de terror», relataron los vecinos. Hoy, el miedo domina la vida diaria en Islas Malvinas, donde ni los repartidores de comida se atreven a ingresar al barrio.
La violencia no se limita a las calles; cada fin de semana, la Liga Brutal del Valle de Lerma genera disturbios sin que nadie tome medidas para controlarlos. Además, en lugares de ocio como el conocido boliche Pizza Club de la Familia Yonar, los enfrentamientos son frecuentes, sumando otro punto negro a la situación crítica de la ciudad.
A pesar de las constantes denuncias, policiales y mediáticas, la respuesta de las autoridades ha sido insuficiente, dejando a Rosario de Lerma sumida en el temor y la incertidumbre.