La Liga Brutal es pura Violencia no es deporte. Completa Inacción de las Autoridades.

la liga brutal de rosario de lerma

Este domingo por la mañana, un partido de fútbol de la Liga Rural de Rosario de Lerma se convirtió nuevamente en un vergonzoso espectáculo de violencia, con denuncias, ataques de perros, y golpes entre familiares de las jugadoras. La violencia estalló a los 20 minutos del segundo tiempo, cuando Ecosol ganaba 2 a 0 a Carabajal. El partido, jugado en la zona norte de la ciudad, terminó con personas gravemente heridas y un clima de caos y descontrol.

La fricción en una jugada entre dos jugadoras desencadenó una batahola increíble, ignorando por completo las promesas de autoridades y dirigentes de esta cuestionada Liga Rural. Las hinchadas, compuestas mayoritariamente por familiares, invadieron la cancha para golpearse mutuamente. Un espectador, armado con un perro, lo soltó para intimidar a la parcialidad rival, resultando en un ataque que dejó a un hincha mordido. Mientras tanto, una jugadora agredió ferozmente a una rival menor de edad. Las denuncias abarcan desde agresiones y lesiones agravadas hasta el ataque de un animal peligroso.

Este incidente es solo el último de una serie de episodios violentos en la Liga Rural, destacando la completa inacción de las autoridades municipales y policiales. La decisión de jugar los partidos los sábados y domingos, perjudicando a trabajadores rurales y del sector tabacalero, no ha resuelto el problema de la violencia. Al contrario, ha añadido más complicaciones a una situación ya tensa.

La comunidad de Rosario de Lerma no puede seguir permitiendo que la violencia arruine lo que debería ser un espacio de recreación y unidad. Es fundamental que se implementen estrategias efectivas de concientización, prevención y control para abordar este problema.

Llamado a la Responsabilidad

En este contexto, hacemos un llamado a las empresas, políticos, candidatos, municipios y sindicatos a retirar sus auspicios de las camisetas de los equipos de la Liga Rural. Continuar apoyando económicamente a una liga que no puede garantizar la seguridad y el respeto en sus encuentros es irresponsable y contribuye a perpetuar un entorno de violencia.

Es momento de que todos los involucrados tomen una postura firme y responsable, promoviendo un cambio positivo y trabajando juntos para restaurar la seguridad y el respeto en el deporte local. Solo así podremos transformar la Liga Rural en un espacio seguro y familiar, donde el fútbol sea nuevamente un motivo de alegría y unión, y no de violencia y división.