El concejal, que percibe más de medio millón de pesos por trabajar dos días a la semana, ha sido denunciado en repetidas ocasiones y nuevamente ante el fiscal penal de Rosario de Lerma, Dr. Daniel Escalante. En este caso por robo y violencia. Sin embargo, las investigaciones hasta el momento no han prosperado, lo que muchos atribuyen a la protección política de la presidenta del Concejo, Aurelia Córdoba, y el intendente Sergio «Topo» Ramos.
Emmanuel Aguierre, conocido popularmente como «Emma», ha estado bajo la mirada de la ciudadanía de Rosario de Lerma por su comportamiento cuestionable y sus múltiples denuncias. Conocido por reaccionar con «me divierte» a los reclamos serios de vecinos en redes sociales, Aguierre suma faltas de respeto y se lo acusa de problemas relacionados con el alcohol y la conducta inapropiada en espacios públicos y nocturnos.
El problema no reside solo en la conducta de Aguierre, sino en la red de protección política que lo rodea y que lo ha mantenido en su puesto a pesar de numerosas denuncias en su contra. Con antecedentes de violencia en la Liga Rural y del Valle de Lerma, y varios reportes de comportamiento inapropiado en la vida nocturna, Aguierre sigue en su cargo, protegido por la presidenta del Concejo, Aurelia Córdoba, y el intendente Sergio «Topo» Ramos. La ciudadanía observa con frustración cómo el concejal, sin acciones concretas en favor de los vecinos ni propuestas que aborden problemáticas reales, solo ocupa su cargo para percibir su salario —que supera el medio millón de pesos mensuales— y participar en actividades que distan de lo que se espera de un representante público.
- Vecinos Desmienten al Concejal Emmanuel Aguirre. Una Mentira más del «Topismo».
Alcohol y Violencia: Una Combinación Peligrosa en Rosario de Lerma. Cada día más Frecuente.
A medida que las lluvias inician la temporada de inundaciones en Rosario de Lerma, la comunidad sigue sin ver avances en obras hídricas, planificación urbana o infraestructura, temas que exigen con urgencia la atención de un Concejo Deliberante activo y comprometido. Sin embargo, tanto Ramos como Córdoba han optado por “blindar” a Aguierre, dejando de lado las obligaciones institucionales en favor de la política partidaria. Este vacío de liderazgo institucional perpetúa un ambiente donde actitudes como las de Aguierre quedan impunes, mientras la ciudad sigue sufriendo los efectos de la inacción y de una administración centrada en intereses personales.
La necesidad de contar con concejales preparados y comprometidos se hace evidente frente a este tipo de escándalos. La población de Rosario de Lerma clama por representantes que impulsen proyectos de prevención de violencia y adicciones, y que trabajen para resolver los problemas estructurales de la ciudad, en lugar de participar en la decadencia institucional que azota al municipio desde el inicio de la gestión de Sergio «Topo» Ramos. Con la mirada puesta en las elecciones de mayo de 2025, la ciudadanía enfrenta un momento crucial para reevaluar el tipo de liderazgo que realmente necesita para construir una Rosario de Lerma honesta, segura y con oportunidades de desarrollo.
La figura del concejal Emmanuel Aguierre en Rosario de Lerma no deja de ser polémica, y sus recientes actuaciones públicas han intensificado el descontento ciudadano. Durante el último año Aguierre fue captado en un video difundido en redes sociales, donde se lo ve celebrando en la caja de un camión, con botella en mano y rodeado de simpatizantes de una barra brava local, tras un partido de fútbol. En su propia publicación en redes, el concejal minimizó la situación, justificando el consumo de alcohol: “Llega el domingo pinta cancha, tu club gana, obviamente vas a querer tomarte alguito x el echo de que ganaron y tiene algo de malo tomarte un cervecita? NO”. Para muchos vecinos, estas actitudes, lejos de ser inofensivas, representan una falta de respeto hacia el pueblo que lo eligió para trabajar por su bienestar.
A pocos meses de la próxima elección del 4 de mayo de 2025, Aguierre aspira a renovar su banca, pese a la creciente desaprobación de los vecinos. Este caso plantea la urgente necesidad de contar con representantes capacitados, responsables y conscientes de sus obligaciones, ya que actitudes inmaduras y vinculaciones con el alcohol y la falta de respeto en el ejercicio de sus funciones deterioran la confianza de los ciudadanos y socavan la estructura de una comunidad trabajadora y honesta.