Rosario de Lerma vivió un episodio de alta tensión en redes sociales y en su Concejo Deliberante con el regreso de la ex presidenta Sarita Gerez. Su vuelta no pasó desapercibida y desató un tenso cruce de declaraciones y publicaciones, especialmente con la actual presidenta del cuerpo, Aurelia Córdoba, quien se mostró visiblemente nerviosa ante las críticas directas de Gerez a los concejales en funciones. Fiel a su estilo de pedir permiso para ir al baño, Córdoba hizo caso a los mandos naturales y replico una publicación «armada» que desde el topismo la obligaron a publicar.
El principal reclamo actual de los vecinos es la falta de control a la gestión de Sergio «Topo» Ramos. De ese control Aurelia Cordoba no dice nada nunca, ni permite el ingreso de los medios a la sesiones del Concejo Deliberante de Rosario De Lerma.
Sarita Gerez lanzó duras críticas hacia la actual gestión de los nueve concejales, apuntando a la falta de transparencia y efectividad en el cumplimiento de sus roles y en la fiscalización de la administración municipal. Su enfoque directo en las supuestas carencias y desorganización de la gestión actual elevó los ánimos en el recinto, resaltando las diferencias entre el enfoque que mantenía durante su propia presidencia y lo que hoy considera una falta de responsabilidad de los ediles actuales.
El regreso de Sarita Gerez y sus observaciones reflejan el descontento de varios sectores que reclaman una mejora en la calidad de la gestión en Rosario de Lerma. Su presencia y palabras reavivan la conversación sobre el rol fundamental de los concejales en la administración local y plantean interrogantes sobre el futuro de la institución y sus representantes en las decisiones clave para la comunidad.