Pan y Circo. En Rosario de Lerma nadie estalla, nadie se queja, aguantamos no mas.

El Pan y Circo funciona, pero no esta dando resultados. Los números no son buenos para Enrique Martínez. Hoy el grado de fragilidad del gobierno municipal, por inoperancia propia y por la verdad de los hechos, es una realidad palpable. Los festivales y las promesas de obras que nunca se ejecutan (como las palmeras) son un relato que genera mayor indignación y hartazgo en la población.

El gobierno del Frente de Todos encabezado por Enrique Martínez en esta tierras, es el que tiene la responsabilidad constitucional de gobernar. Lo están haciendo pésimo. Un intendente que no “preside” las reuniones de su gabinete (lo hace Javier Zambrano) es un mandatario ausente e incapaz de gobernar. Martinez debe hacerse cargo del hartazgo de «sus rosarinos».

Un pueblo frustrado es una sociedad que puede estallar en cualquier momento, pero en Rosario de Lerma nadie estalla, nadie se queja, aguantamos. Los primeros dos años de Enrique Martínez al frente del municipio no se traducen en un período de resurgimiento de los valores democráticos, del crecimiento económico, la realización de obras y del respeto por las instituciones. Todo lo contrario. 

Enrique Martinez, hoy desgastado y acabado políticamente a consecuencia de su propia torpeza busca con un poco de Pan y Circo para ver si salva su cabeza y sueña con su re elección que cada día está más lejana si lo que dice la calle se refleja en las urnas en el próximo año.

Un cierto grado de inconsciencia y locura que lucen como algunos de los atributos de un mandatario municipal sin rumbo y a la deriva. No puede, en este punto, eludir las consecuencias de sus errores y sus mentiras. Tampoco sabe como solucionar los problemas.

A todo esto el Concejo Deliberante, en un silencio ensordecedor, inerte y oficiando los nueve concejales de bufones mentirosos que ni siquiera se animan a pedir un informe sobre estos gastos no presupuestados del Pan y Circo. Solo esperan un poco de papel higiénico para el baño ante la falta de caja chica. En las condiciones actuales, el Concejo, ya dejó de ser preocupante para conformar una grave realidad donde se pierden expedientes, se oculta información y están todos muy cómodos sentados en sus domicilios sin ir a trabajar ni a los actos protocolares.

Basta con caminar un par de cuadras por las calles de este hermoso pueblo para entender que todo esta mal y peor que antes. Apestados estamos de relatos populistas, promesas, mentiras e incompetencia. Los próximos meses serán turbulentos, la sumatoria de todos los errores que Martínez cometió está empezando a confluir en el tiempo, cada vez más corto, para el armado político 2023. Si las encuestas siguen llegando con números rojos para Enrique Martínez, no es descabellado pensar que «La misma Política» le pediría que se mantenga a un lado y «no joda».

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