Willy Wilches: «Piden informes de Pelotudeces. Nada importante. No les Interesa la Ciudad.»

El Concejo Deliberante de nuestra ciudad Rosario de Lerma se ha convertido en un símbolo de inacción y sumisión al poder del intendente Sergio «Topo» Ramos. En lugar de ejercer su función básica de control y fiscalización, los concejales han optado por la complacencia, permitiendo una gestión sin cuestionamientos y llena de irregularidades.

Es inadmisible que expedientes cruciales lleven más de tres meses durmiendo en los cajones de los concejales, acumulando polvo mientras las necesidades de los vecinos son ignoradas. Las sesiones del Concejo, que deberían ser espacios de intenso debate y control riguroso, se han reducido a meros trámites formales de apenas 20 minutos, donde se aprueba sin discusión alguna todo lo que el intendente desea. En lugar de abordar los problemas reales de la comunidad, los concejales se limitan a realizar pedidos de informes sobre cuestiones menores que no tienen ningún impacto significativo.

Uno de los ejemplos más flagrantes de esta dejadez es el proyecto del Parque Evita, una obra que supera los 60 millones de pesos. En lugar de ejercer su deber de control y fiscalización, los concejales se dedican a repartir invitaciones para la inauguración, sin preguntarse «¿de dónde salió el dinero?». No exigen informes, no cuestionan los gastos y, en resumen, no cumplen con su responsabilidad de vigilar la gestión del intendente.

Un tema interesante pero no menos importante es la pésima comunicación que tienen el Concejo Deliberante. Mas allá de no hablar con la prensa o contestar los whatsapp nunca se sabe que están haciendo realmente. Ni se publica lo aprobado ni los fundamentos o explicaciones nada. Cosas como: «La reunión fue de vital importancia para tratar expedientes para nuestra comunidad. Los concejales, encargados de representar nuestros intereses, participaron en debates significativos. Es esencial destacar que esta reunión no solo implicó un intercambio de ideas, sino también un ejercicio de responsabilidad hacia la comunidad.» ¿Que hicieron.? ¿Que trataron.? NADA. ???? Patético.

El nivel de obsecuencia de los concejales es alarmante. Nueve representantes del pueblo han renunciado a su papel fiscalizador para convertirse en meros seguidores fanáticos y obsecuentes del poder de turno, sin ideas ni iniciativas propias. En lugar de trabajar por los intereses de la comunidad, algunos de estos concejales prefieren pasar su tiempo en redes sociales, agrediendo a los vecinos y a la prensa cuando son cuestionados por su inacción.

Es urgente que los concejales retomen su rol de representantes del pueblo y garantes de la transparencia y la responsabilidad en la gestión pública. Los ciudadanos merecen un Concejo Deliberante que actúe con firmeza y determinación, que exija respuestas y que no permita que el intendente maneje la administración sin control. La falta de acción y la obsecuencia no solo traicionan la confianza de los votantes, sino que también ponen en riesgo el bienestar y el desarrollo de nuestra comunidad.

La ciudadanía no puede seguir tolerando esta situación. Es momento de exigir a los concejales que cumplan con su deber, que fiscalicen la gestión del intendente Sergio «Topo» Ramos y que trabajen para resolver los problemas reales de los vecinos. La transparencia y la rendición de cuentas deben volver a ser las prioridades en el Concejo Deliberante.