Con un terremoto como el de Japón en año nuevo Rosario de Lerma desaparece.

En medio de la tranquila cotidianidad de Rosario de Lerma, una preocupación latente y silenciosa acecha a sus habitantes: la falta de preparación ante posibles eventos catastróficos o tragedias naturales, como un sismo de gran magnitud. ¿Qué pasaría si este tranquilo pueblo sufriera un terremoto de 7 puntos en la escala de Richter, similar al que azotó a Japón recientemente?

La cruda realidad es que Rosario de Lerma no cuenta con un centro de evacuados, un comité de crisis o una oficina de defensa civil. Los bomberos voluntarios de Hernando de Lerma, quienes desempeñan una labor encomiable, lo hacen con recursos mínimos. Esta carencia de infraestructura y planificación deja expuesta a toda la ciudad ante posibles desastres naturales.

La carencia de un relevamiento detallado sobre las estructuras vulnerables ante un sismo es alarmante. En un grado tres de peligrosidad sísmica, zonas como el Barrio San Jorge podrían sufrir daños significativos en caso de un terremoto de magnitud 7. Los números fríos no logran describir la dimensión del peligro inminente que acecha a la población.

El pasado año, más de mil hectáreas fueron consumidas por incendios en la región. Este suceso, aunque distinto a un sismo, pone de manifiesto la urgencia de una preparación integral para afrontar catástrofes o el daño que el mismo ser humano provoca. El Ejecutivo Municipal y el Concejo Deliberante deberían estar muy ocupados y preocupados por la situación pero no lo están.

El desconocimiento sobre la condición de las instalaciones de agua, gas y la colocación descontrolada y precaria del cableado eléctrico agravan aún más la situación. La ausencia de un relevamiento exhaustivo sobre estos aspectos críticos es alarmante. Los sistemas de agua, gas y el cableado eléctrico, todos en postes sin control y mal colocados, podrían convertirse en detonantes de una tragedia mayor ante un evento sísmico.

La falta de simulacros, charlas o capacitaciones para la comunidad es una falencia notable. La preparación y la educación ante desastres son herramientas fundamentales para salvar vidas en momentos críticos.

El tema del gas reviste una gravedad particular: instalaciones clandestinas y la ausencia de planos detallados o un conocimiento preciso sobre las válvulas de corte plantean un peligro latente. En caso de emergencia, Rosario de Lerma podría quedar completamente desprovista de este recurso vital o incluso explotar en muchas fincas y barrios de la ciudad.

Es imperativo que las autoridades tomen cartas en el asunto de manera inmediata. La planificación, la creación de centros de evacuación, la formación de un comité de crisis y la capacitación a la población son medidas esenciales para salvaguardar vidas ante posibles desastres. La prevención y la preparación son la clave para afrontar estos desafíos de manera más segura y resiliente. Rosario de Lerma necesita actuar ahora para no lamentar tragedias irreparables en el futuro.

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