Lo traicionó el Subconsciente al Intendente Martínez. La Obsecuencia es sin dudas una idea fija en la administración municipal estos días. «Necesitamos que cada uno sea obsecuente» fue la triste frase del intendente en su vídeo matinal. Otro día hablamos de los barbijos de Galleguillos o la camioneta del GUM con gente viajando en la caja y sin protección…
Una total desinformación evidencia el Intendente Martínez sobre un tema tan delicado como el coronavirus. Pareciera que nadie, incluso sus asesores, le explicó al intendente de Rosario de Lerma que las pandemias no son ni grandes ni chicas, el término pandemia hace referencia a que estamos en presencia de una enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región.
A partir de las 00:00 h del viernes 20 de marzo, estamos en un aislamiento social, hasta el 31 de marzo, así lo anunció el presidente Fernández. Esto implica que todos los argentinos debemos quedarnos en casa por la salud y el bien de todos. Obviamente que algunos ciudadanos deberán seguir con sus tareas, realizando trabajos en el ámbito de la salud y seguridad. Los comercios del rubro alimentos y farmacias seguirán atendiendo pero con medias preventivas para evitar que el virus se propague. Es más que claro que, ser un superhéroe en esta guerra, consiste simplemente en quedarse en casa.
Pero también es cierto que los gobiernos deben generar las condiciones para que todos los ciudadanos puedan cumplir con el aislamiento social. Y lo que tanto a nivel provincial y nacional se está aplicando parece que no sirve para nuestra ciudad. Martínez solamente decretó un asueto administrativo hasta el 24 de marzo, ¿Acaso no escuchó al mismo presidente que dijo todos debían quedarse en casa? ¿Los empleados municipales no son argentinos? ¿O es que a ellos el virus del covid-19 no los alcanzará?
Hasta el 18 de Marzo ya en cuarentena preventiva decretada por el gobierno provincial la gestión de Martínez obligo a los empleados municipales a concurrir a sus lugares de trabajo.
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Pese a que por redes sociales muchas personas, hasta el hartazgo, le hicieron saber a Martínez que tenía una actitud equivocada, él respondió con una actitud algo inmadura: una selfie con un amigo y desayunando. Lo cierto es que siempre se predica con el ejemplo y cuando todo el mundo nos dice no se tomen en broma esta situación, nuestro intendente prefiere tomar un café.
Nota aparte son los dos ciudadanos chilenos que en la noche del jueves aparecieron en sus motos en la ciudad cuando el intendente ya había dicho en los medios oficialistas locales que se estaban llevando adelante controles de ingreso a la ciudad. Los chilenos bien, en el Hospital Joaquin Corbalan y sin síntomas pero el control de acceso brilla por su ausencia
El Propietario del hotel Valle Escondido salió a desmentir el accionar de la gestión de Martinez y en redes sociales.
El mismo tuvo que llamar al 911 para avisar de la situación de los ciudadanos chilenos.
“Que los vecinos se queden en su casa” dijo el jefe comunal en un vídeo por redes sociales mientras manda a sus empleado sin la protección adecuada en la caja de una camioneta a recorrer negocios que tampoco tienen la protección adecuada, parece hasta tragicómico escucharlo, quizás debemos acostumbrarnos que lejos de tener un intendente presente, paradójicamente tenemos un intendente ausente estando presente. Desconectado de la realidad.
¡Por cierto Intendente! Nos cansamos de llamar al 124, nunca nadie nos atendió simplemente porque ese número no existe. Los vecinos que tengan sospechas o síntomas de coronavirus o sepan de personas que pueden tener y no están cumpliendo con la cuarentena, deben llamar al 911 o 136 (en la provincia de Salta). La próxima vez sería muy útil que de información correcta en sus videos señor Intendente.
