Desafíos que deberán enfrentar Lino Yonar y Sergio Ramos cuando asuman las intendencias.

Los desafíos que enfrentan los intendentes electos el pasado 14 de mayo en Campo Quijano y Rosario de Lerma no se limitan únicamente al ámbito político y a la tarea de lograr acuerdos con sus Concejos Deliberantes. La situación actual es mucho más compleja y desafiante. La crisis económica, el rezago educativo, el atraso tecnológico, la problemática de salud y la infraestructura plantean desafíos sumamente complejos y de difícil solución a corto plazo.

Campo Quijano enfrenta desafíos territoriales y urbanos distintos a los de Rosario de Lerma. Aunque la explotación del litio y la minería no están generando los beneficios y obras que se prometieron o se esperaban, la ciudad está si, está siendo devastada y destruida por el constante tránsito de camiones de gran porte que se dirigen a la puna salteña y que necesariamente deben pasar por las ya deterioradas calles de la ciudad. En los últimos años, bajo la intendencia de Carlos Folloni, se ha brindado poco o ningún mantenimiento a estas vías de vital importancia para la actividad minera.

Aunque se prometieron obras para solucionar el problema del tráfico minero en la zona, hasta el día de hoy no se han incluido en el presupuesto 2024 de la provincia de Salta, ni se vislumbra su pronta ejecución.

La situación en Rosario de Lerma en cuanto a la infraestructura urbana es diferente, pero aún más grave que en Campo Quijano. El destrozo reinante no es culpa de la minería ni del progreso, sino de la gestión ineficiente y poco preparada de Enrique Martínez durante estos cuatro años. La ciudad presenta graves problemas que limitan su crecimiento y la circulación del transito, por lo que será necesario reparar más que avanzar, lo cual plantea un gran desafío para el intendente electo, quien se encontrará con un municipio destrozado, sin fondos, sin personal capacitado y sin recursos para abordar las necesidades más urgentes.

Un aspecto preocupante en la realidad actual es que ninguno de estos municipios cuenta con estructuras digitales, ni mucho menos una plataforma centralizada para gestionar expedientes y ordenanzas municipales vigentes y vencidas. Tanto los concejales actuales como los futuros carecen incluso de una computadora. En ambos municipios se sigue atendiendo en forma presencial muchos pedidos y tramites que podrían ser acelerados de contar con una infraestructura digital acorde a los tiempos actuales como ya funciona en Salta Capital o en el Gobierno de la Provincia.

Después de la pandemia, muchos municipios y gobiernos adoptaron rápidamente sistemas de gobierno digital, donde los ciudadanos pueden resolver muchos trámites y requerimientos a través de un sistema ágil y rápido basado en tecnología de la información, alojado en la nube.

Sin embargo, tanto Campo Quijano como Rosario de Lerma carecen de presencia digital y plataformas oficiales para la gestión municipal, y mucho menos cuentan con personal capacitado para implementarlas en el corto plazo. Aunque Campo Quijano depende en gran medida del turismo, es alarmante saber que gran parte de su territorio carezca de acceso a Internet y señal de telefonía. Además, es importante mencionar la falta de infraestructura sanitaria, como la ausencia de sistemas de cloacas en toda la ciudad, lo cual resulta una verdadera falta de respeto tanto para los ciudadanos como para los turistas que la visitan en pleno siglo XXI.

La Auditoría General de la provincia de Salta ya está trabajando en ambos municipios, aunque hasta ahora no se conoce con certeza la realidad de ambas situaciones. No hace falta recurrir a los organismos oficiales para comprender el abandono general de las gestiones que concluirán el próximo 10 de Diciembre, basta con hablar con los vecinos.

¿Estarán los concejales electos en ambos municipios a la altura, preparados y capacitados para acompañar a los intendente electos.? El silencio auto impuesto por el Ing Lino Yonar y el Ing Sergio «el topo» Ramos, luego de resultar electos, comienza a inquietar a la ciudadanía. Esperemos que las nuevas administraciones puedan hacer algo para mejorar la calidad de vida de todos. Los temas a solucionar son mucho en ambas hermosas y bellas ciudades pero no se están viendo ni sintiendo cambios … por ahora.

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