El hospital permanece en el olvido político.

La situación crítica en el Hospital Joaquín Corbalán de Rosario de Lerma sigue sin mejorar, a pesar de los llamados de auxilio de la comunidad y los trágicos incidentes que han marcado su historia reciente. Apenas unos meses atrás, una mujer lamentablemente perdió a su bebé mientras aguardaba un turno médico en medio de una larga fila. Sin embargo, este trágico suceso no ha sido suficiente para conmover a las autoridades y cambiar la realidad que padecen los habitantes de esta localidad.

Las imágenes de personas esperando horas, muchas veces durante toda la noche y en condiciones climáticas adversas, para conseguir atención médica, son lamentablemente habituales en los alrededores del Hospital Corbalán. La angustia y la desesperación son palpables en cada rostro, en cada conversación entre los pacientes que aguardan pacientemente, y también en las disputas que estallan con aquellos que intentan colarse en la fila.

Pero quizás lo más desgarrador de esta situación es la presencia de lo que podríamos denominar como «emprendedores de la desgracia«. Individuos sin escrúpulos que, aprovechándose de la necesidad ajena, han convertido la espera en una oportunidad de negocio. Cobran sumas exorbitantes, entre 2 mil y 10 mil pesos, por asegurar un lugar en la fila, un privilegio que debería ser un derecho básico para todos los ciudadanos.

El abandono por parte de las autoridades es evidente, la indiferencia hacia las demandas de la comunidad es alarmante. Mientras los vecinos claman por una solución, las respuestas por parte de la política brillan por su ausencia. Es inadmisible que en pleno siglo XXI, en un país que presume de desarrollo, los ciudadanos tengan que recurrir a estas condiciones deplorables para acceder a servicios de salud básicos.

Es urgente que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y brinden soluciones concretas para el Hospital de Rosario de Lerma. No podemos permitir que la falta de acción política condene a nuestros ciudadanos a vivir en condiciones de abandono y desamparo. La salud es un derecho humano fundamental y es responsabilidad del Estado garantizar su acceso equitativo y digno para todos.

La historia de abandono que sufre este hospital no puede continuar. Es hora de que la política deje de ser un mero espectador y asuma su verdadero rol de servicio a la ciudadanía. Los vecinos de Rosario de Lerma merecen una respuesta inmediata y efectiva, y es deber de quienes ocupan cargos de poder brindarla sin dilación.

Fuentes: LaLlaveDelPortal + #903Radio