La ciudad se encuentra ante la posibilidad de revivir una de sus joyas artísticas más preciadas: la Orquesta Infantil. Sin embargo, este renacimiento lleva consigo el peso de la historia, una historia marcada por decisiones políticas desacertadas y falta de visión cultural por parte de las autoridades locales que resultan ser las mismas autoridades que tenemos hoy.
Recordemos que la Orquesta Infantil no es un proyecto nuevo. En el pasado, esta iniciativa brilló con luz propia, atrayendo la atención y el reconocimiento tanto a nivel local como nacional. Sin embargo, fue el propio intendente actual, Sergio «Topo» Ramos, quien, en una de sus anteriores gestiones, quien contribuyó a su desaparición y desmantelamiento. Lo mismo paso con el Quirófano del Hospital.
Las razones detrás de este trágico desenlace son claras: una falta de inversión adecuada, persecuciones políticas y una visión miope sobre el valor de la cultura y la educación musical. En palabras de aquellos involucrados en el proyecto, el intendente estaba más interesado en promover una banda de música que en apoyar la Orquesta Infantil. Esta banda, si bien tuvo un breve momento de gloria, pronto se desvaneció debido a la negativa del intendente a pagar a los profesores y mantener los instrumentos. Los docentes comenzaron a ser perseguidos por razones políticas entre otros motivos. En resumen, una oportunidad perdida y un claro ejemplo de falta de compromiso con el desarrollo cultural a largo plazo. Hoy Ramos intenta vender algo que no es nuevo y que él mismo destruyo.
Ahora, con la posibilidad de revivir la Orquesta Infantil, surge la esperanza de corregir los errores del pasado. Sin embargo, las dudas persisten. ¿Podrá el intendente Ramos comprender la importancia de esta inversión a largo plazo? ¿Está dispuesto a brindar el apoyo necesario para asegurar el éxito continuo de este proyecto cultural? ¿ O es todo un relato barato y “venta de humo” como hizo durante toda la campaña y en el pasado.?
Las voces de aquellos que estuvieron involucrados en la Orquesta en su época dorada nos recuerdan las dificultades que enfrentaron: la falta de pago a los profesores, las persecución, la falta de mantenimiento de los instrumentos y, en última instancia, el cierre de la banda de música. Es difícil no sentir escepticismo ante la posibilidad de un resurgimiento exitoso bajo la misma administración que contribuyó a su declive.
Sin embargo, el espíritu de la música y la cultura persevera. A pesar de los obstáculos, aquellos que aman la música y creen en su poder transformador continúan luchando por su resurgimiento. Las imágenes de la Orquesta Infantil en su apogeo, desfilando junto a gauchos y representando al municipio en eventos importantes, son un recordatorio vívido del potencial perdido que aún espera ser recuperado. Y nuevamente recordar que quien destruyó la banda fue el mismo intendente actual Sergio “Topo” Ramos. En última instancia, el destino de la Orquesta Infantil reposa en las manos del intendente y las decisiones que tome en cuanto a su apoyo y financiamiento. La ciudad aguarda con esperanza, pero también con cautela, consciente de que el pasado puede repetirse si no se aprenden las lecciones adecuadas. La música sigue siendo un lenguaje universal que merece ser cultivado y celebrado, y la Orquesta Infantil representa una oportunidad única para hacerlo en Rosario de Lerma.
¿Habrá el topo ramos aprendido a recuperar lo que él mismo destruyó todos estos años.?