En un nuevo giro de los acontecimientos judiciales en Salta, el nombre de Sergio «Topo» Ramos, actual intendente de Rosario de Lerma, vuelve a ocupar titulares por acusaciones de corrupción. Ramos, quien ha sido una figura política controvertida y, según algunos, protegida por la política salteña, enfrenta ahora múltiples causas judiciales pendientes que podrían poner fin a su presunta impunidad.
El último desarrollo en este caso llega con el Juzgado de Garantías 2 del distrito Centro, que ha dado lugar al pedido de la Unidad de Delitos Económicos Complejos para elevar a juicio una causa contra Ramos. Este caso se remonta a 2013, cuando se le acusa de peculado por un presunto desvío de fondos públicos durante su mandato como intendente.
Pero esta no es la única acusación que enfrenta Ramos. En 2019, otra investigación se centró en el supuesto desvío de recursos públicos relacionados con la construcción de un centro de convenciones en Rosario de Lerma. Este proyecto, que quedó inconcluso y plagado de irregularidades, ha sido un símbolo de impunidad en la región.
El historial de procesos judiciales de Ramos es extenso, con acusaciones que se remontan a su gestión como intendente, incluso una que lo llevó a prisión en el año 2001 tras la intervención de la municipalidad.
- Denuncian empresas “fantasmas y Presta Nombres.” Municipios estarían implicados.
- El Pacto es cada día más evidente. El Topo Ramos y el Gallego Martínez más amigos que nunca.
Ahora, con la elevación a juicio de una de las causas pendientes, parece que la impunidad de Ramos podría estar llegando a su fin. Aunque el proceso judicial está en curso, se espera que se fije una fecha para el juicio en los próximos días, una vez que se resuelvan los trámites pendientes y teniendo en cuenta que Ramos ya no goza de fueros tras finalizar su mandato como senador provincial.
Si bien legalmente Ramos tiene derecho a apelar cualquier condena, el panorama político y público alrededor de su caso es complicado, especialmente en un contexto donde se demanda transparencia y rendición de cuentas en la gestión pública. Este caso no solo pone en entredicho la figura de Ramos, sino que también cuestiona el compromiso del gobierno provincial con el cumplimiento de la ley.
Es un proceso que promete ser muy largo y lleno de capítulos y posibles salidas o soluciones. Para los habitantes de Rosario de Lerma, este proceso judicial es un recordatorio de la importancia de la honestidad y la integridad en la administración pública. Mientras tanto, la incertidumbre reina sobre el futuro de Ramos y las posibles repercusiones que este caso pueda tener en el gobierno local y provincial.
Sergio «Topo» Ramos, quien ha sido una figura siempre cuestionada en la política salteña durante décadas, ahora se encuentra en el centro de un nuevo escándalo que podría cambiar el curso de su carrera y tener un impacto significativo en el panorama político de la región.