Que un intendente cumpla con las obligaciones es algo, que debería ser normal. Pero no lo es en Rosario de Lerma.
En el video se puede escuchar: “Aquí con la coordinación del Secretario de Gobierno, Luciano Martínez, que me está ayudando a pagar, y lo estamos pagando lo antes posible… después que tengamos la liquidación total vamos a sacar a la luz para que vea el vecino” De esta forma por las redes sociales se expresó Enrique Martínez, intendente de Rosario de Lerma, en un vídeo por redes sociales. El jefe comunal, como si hubiera realizado la gran hazaña, se jacta de que él mismo y en compañía del Secretario de Gobierno, quién está «ayudando a pagar» porque en realidad se paga con la plata de todos y no con la propia de ellos. ¿Será que no confía en la Tesorera? ¿Y la Secretaría de Hacienda no trabaja? Esto quedó grabado.
La virtud es la acción más apropiada a la naturaleza de cada ser; el acto más conforme con su esencia y de este modo entendemos que ser virtuoso no es más que cumplir con las obligaciones que nos corresponden, pero ¿Hay algo de extraordinario en eso? En definitiva, cumplir con el trabajo es una obligación y proclamar su cumplimiento resulta algo infantil, sobre todo si una autoridad electa es quien realiza esa proclamación.
¿Y lo que no se graba?.
No queda muy clara la acción de gobierno, ya que de forma pública, Martínez reconoce la forma doméstica, turbia y poco profesional con que maneja los fondos de un municipio. Pareciera que para él, administrar el destino de los habitantes de la ciudad es lo mismo que ser capataz de una finca, y que a los empleados municipales no les garantiza las condiciones básicas de seguridad laboral.
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Los trabajos que el personal realiza fuera del normal horario de trabajo son consideradas horas extras, y deben ser pagadas como tales, pero tambíen es cierto que mientras realizan el trabajo en esas “horas extras” los empleados deben contar con la cobertura de seguridad laboral (ART, Cobertura médica, viaticos, etc), tal y como lo marca la Ley. Por eso es importante que las horas extras estén declaradas y que el pago se haga de la forma que la misma ley de trabajo y el estatuto municipal lo mandan.
De buenas intenciones está lleno el mismo infierno, no basta con el voluntarismo para ser transparentes de verdad, se necesitan cumplir los pasos necesarios y que las finanzas sean manejadas lo más seriamente posible.
Este accionar explica el reclamo que sostiene los más de 130 despedidos durante esta gestión que reclaman la mala liquidación de sus sueldos y aguinaldos entre otros items.
