De un Noviazgo Conflictivo a un Casamiento Poco Creíble. Divorcio en Puerta.! (AUDIO)

En una ceremonia legislativa que bien podría rivalizar con las más extravagantes bodas de la farándula, la diputada salteña por el departamento de Rosario De Lerma, Griselda Galleguillos se presentó para asumir su banca ataviada con un vestido de novia. Sí, así como lo lees. «Hoy me caso con la gente«, declaró con una emoción digna de una telenovela, desatando un torbellino de reacciones y comentarios a lo largo y ancho del país.

Pareciera que la política local ha encontrado una nueva manera de comprometerse con sus ciudadanos, aunque algunos se preguntan si este simbolismo nupcial se aplicará en lo cotidiano. ¿Guardará fidelidad a Rosario de Lerma, su distrito, o esta boda simbólica será más fugaz que un amor de verano?

Prof. Mario Capalbi en su columna diaria de #903Radio

Pero, ¡oh sorpresa! Este matrimonio político no es la primera rareza en la trayectoria de Galleguillos. En un acto de campaña pasada, decidió encarnar a Shakira y reinterpretar una canción para arremeter contra el gobernador Gustavo Sáenz. Al parecer, la creatividad y lo inesperado siempre han sido sus compañeros de ruta.

Sin embargo, la curiosidad no se limita al atuendo de la investidura. Las críticas han resurgido de antiguos conflictos en los consejos en los que ha participado. Se ha mencionado su presunta incapacidad para unir al cuerpo legislativo, siendo señalada como la causa principal de divisiones previas. ¿Será este «matrimonio político» igual de conflictivo que sus anteriores experiencias de noviazgo legislativo?

Pero, como en toda buena boda, surgen las dudas sobre la sinceridad de los votos. ¿Fue ella la protagonista de incidentes relacionados con descuentos salariales a empleados en un consejo previo? Si bien no hay denuncias formales, las sospechas planean como invitadas no deseadas en este enlace simbólico.

En fin, este peculiar evento legislativo ha generado tanto revuelo que algunos sugieren someter a Galleguillos a un examen psicotécnico. ¿Acaso estamos ante una nueva normalidad política o simplemente nos estamos adentrando en un mundo donde lo extravagante se vuelve común?

Sea como sea, la estrategia de la diputada de convertirse en el centro de atención mediática parece haber funcionado una vez más. Entre vestidos de novia, simulacros de estrellas pop y una historia de desacuerdos previos, este matrimonio entre la diputada y la gente promete ser, por lo menos, interesante. ¿Hasta que los conflictos políticos los separen? Es algo que solo el tiempo podrá decir.

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