El ex Director de Cultura Prof. Mario Capalbi opina de la resolución del Concejo Deliberante que prohíbe el ingreso a los vecinos y medios de prensa luego del escándalo acontecido ayer en el recinto.
Hace 210 años que dimos el grito de “Libertad” y desde entonces que hemos comenzado a construir un país en donde precisamente y valga la redundancia somos libres. Pero resulta que lo está escrito en la Constitución Nacional, en las respectivas provinciales y las numerosas Cartas Orgánicas de nuestro país, en la práctica no se cumple.
Además amparados en la pandemia, que vivimos, muchas de nuestras autoridades han decidido trabajar a puertas cerradas, lo cual pareciera razonable si se prioriza la salud de todos, lo que no implica que se impida el derecho a la información.
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Para los concejales de Rosario de Lerma, en particular para dos hermanos, estos 210 años libertades que vivimos no importan, para ellos la pandemia hizo que volvamos a 1809 y que cerrar puertas, tener sirvientes que sólo hagan lo que ellos digan y no ser cuestionados es la nueva normalidad.
En la pandemia que se vive olvidamos que uno de los “pacientes críticos”, ha sido la verdad. Los concejales han encontrado que este es un tiempo oportuno para silenciar al periodismo independiente y profesional, que se sustenta en la búsqueda de la verdad.
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Recién el jueves 18 de junio una resolución de presidencia del Concejo, con fecha 10 de abril de 2020, en la que se establece que las sesiones ordinarias se realizarán sin presencia de público y medios de prensa. Esta resolución, de la cual se sospecha que fue redactada en una máquina del tiempo, presenta muchas contradicciones en la redacción y por sobre todo va en contra de los artículos 18 y 32 de la Constitución Nacional, entendemos como medios de prensa que debemos cuidar la salud de todos pero no es aceptable que se restrinja el derecho a la libertad de prensa, mucho menos que se nos llame mediocres ya que no tenemos culpa ni cometemos delito al informar de las acciones de gobierno y labor legislativa de las autoridades.
Muchos hombres y mujeres ofrendaron su vida para que vivamos en un país libre, sería grosero ofender la memoria de nuestros próceres con un autoritarismo infantil como el de la concejal Griselda Galleguillos.