En medio de la tranquilidad del mediodía, un suceso alarmante tuvo lugar en el Barrio San Jorge de Rosario de Lerma. Tres jóvenes fueron detenidos por las autoridades locales bajo acusaciones de transporte ilegal de estupefacientes y posesión de un arma de fuego sin documentación. Estos acontecimientos, aunque no sorprenden a los habitantes del área, vuelven a resaltar la preocupante situación de seguridad en una zona que parece estar librada a su suerte, sin un control efectivo por parte de las fuerzas policiales y la esfera política.
El arresto se produjo en plena luz del día, minutos después de las 13 horas, cuando agentes de la División Seguridad Urbana realizaban patrullaje preventivo en la altura del camino al Timbó, específicamente en el Barrio San Jorge. La presencia de los uniformados no pudo pasar desapercibida para tres individuos que, de manera apresurada, transitaban por la zona peatonal. Esta conducta levantó sospechas entre los agentes, quienes rápidamente procedieron a identificar a los sospechosos.
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El cacheo superficial de sus pertenencias reveló una situación preocupante. Uno de los jóvenes, de 25 años, portaba un arma de fuego tipo revólver, careciendo por completo de la documentación requerida para su tenencia legal. Mientras tanto, dos adolescentes de 19 años llevaban consigo envoltorios conteniendo sustancia vegetal, identificada posteriormente como marihuana.
Este incidente no hace más que agregar a la larga lista de conflictos que parecen ser moneda corriente en el Barrio San Jorge. Vecinos y comerciantes de la zona han denunciado reiteradamente la presencia de actividades delictivas, el consumo de drogas y alcohol en las calles, así como diversos actos de violencia. Sin embargo, estas quejas parecen caer en oídos sordos, ya que la respuesta de las autoridades sigue siendo insuficiente.
Es evidente que el Barrio San Jorge de Rosario de Lerma se ha convertido en un claro ejemplo de lo que muchos denominan como una «zona liberada», donde la presencia del Estado es escasa o nula, permitiendo que la delincuencia prolifere sin control alguno. La falta de medidas efectivas por parte de la policía y la inacción de los responsables políticos solo contribuyen a empeorar la situación, dejando a los residentes a merced de la criminalidad.
Es fundamental que las autoridades tomen cartas en el asunto de manera urgente. No se trata únicamente de realizar detenciones esporádicas como la ocurrida recientemente, sino de implementar políticas de seguridad integral que aborden las causas profundas de la problemática. La comunidad de Barrio San Jorge y de Rosario de Lerma en su conjunto merecen vivir en un ambiente seguro y tranquilo, lejos del temor constante a ser víctimas de la delincuencia.