Curtiembre dejará cesantes a operarios. Arlei tomó la medida por la falta de ventas de cueros en el mercado exterior.
La empresa curtiembre Arlei, de Rosario de Lerma, despedirá a 25 trabajadores en un proceso de reducción de gastos ante la baja rentabilidad de la producción del cuero en el mercado internacional. Así se evitará un cierre inminente como se rumoreaba en estos días.
El Sindicato del Cuero confirmó que las fuentes laborales de los 175 operarios actuales están garantizadas, aunque las notificaciones de retiros voluntarios son imposibles de frenar ante la delicada situación de la curtiembre de la familia Leiser.
Álvaro Corvalán explicó a El Tribuno cómo se irán dando los pasos de reestructuración en estos meses para evitar el cierre de la planta que tuvo bajas en la producción de alrededor de un 45%.
«Los mercados internacionales cayeron estrepitosamente. Todas las curtiembres del país están pasando por este mal momento económico donde el afectado directo es el trabajador. Nosotros en la planta de Rosario de Lerma se dejaron de procesar 8 mil cueros para la exportación».
La producción mermó a niveles impensados. De 18.500 cueros, en estos momentos solo se procesan 10 mil. Esto repercute en las horas de trabajo de los obreros y personal administrativo.
«Tuvimos varias reuniones con los directivos de Arlei para definir el retiro voluntario y quiénes deberán acogerse. Hay compañeros de 60 años y otros cuyas áreas están sin producción. Las notificaciones irán llegando. Por ahora no son despidos, aunque dejarán de pertenecer a la empresa».
La empresa no emitió un comunicado oficial. El Sindicato del Cuero dio a conocer la situación de los operarios por medios locales, ante la ola de rumores del cierre definitivo de la planta.
«Desmentimos tales afirmaciones. Es un momento complicado y sabemos que la empresa está haciendo lo posible por mantener la producción», enfatizó Corvalán.
En mayo pasado la empresa Arlei había anunciado problemas para colocar la producción en el mercado mundial debido a la pandemia y los puertos con contenedores llenos de cueros para países en donde el coronavirus estaba haciendo estragos.
Las caídas de ventas fueron estrepitosas, a las mismas se sumaron temas ambientales, y la dura competencia de artículos que reemplazan al cuero y políticas de Estado poco beneficiosas para este sector. La habilitación de las ventas al extranjero del cuero con pelo perjudicó a las curtiembres que elaboran el cuero para que sea rentable en el mercado internacional. Esta semana en Rosario de Lerma se cursarán 25 notificaciones de retiro voluntario.
Fuente: El Tribuno.