El deterioro del servicio de salud en Rosario de Lerma ha sido un tema de constante debate en los últimos meses, y ahora el intendente Sergio «Topo» Ramos se suma a un reclamo que había sido planteado con anticipación por el Jorge «Chino» Rodríguez.
Rodríguez ya había advertido el año pasado sobre la necesidad de que los legisladores y los intendentes trabajen en conjunto con las obras sociales, especialmente OSPRERA (Obra Social de los Trabajadores Rurales y Estibadores), PAMI y otras entidades que presentan deficiencias en sus prestaciones. Entre sus propuestas, destacaba la importancia de realizar controles en farmacias que no aceptan obras sociales y que los municipios colaboren con los hospitales locales. Además, planteó la posibilidad de que las clínicas privadas compensen parte de sus impuestos al atender pacientes derivados del hospital, permitiendo así una mayor cobertura de salud.
Ahora, meses después, el intendente Ramos visibiliza la crisis de OSPRERA, poniendo el foco en la deuda de 100 mil millones de pesos que mantiene la obra social, con un déficit mensual de 4.200 millones de pesos. En Rosario de Lerma, la situación es particularmente crítica, ya que la deuda de OSPRERA con el hospital local alcanza los 60 millones de pesos, afectando directamente a los trabajadores rurales que pierden cobertura en los meses de trabajo.
Ramos plantea como solución la creación de una nueva obra social que proteja a los trabajadores del tabaco, una propuesta que, aunque relevante, no es nueva, ya que Rodríguez había insistido en la necesidad de intervención y control desde el ámbito municipal mucho antes. La cuestión ahora es si el intendente también estará dispuesto a escuchar las demás propuestas que Rodríguez y otros actores han planteado para mejorar el sistema de salud en la región.
El problema es grave: mientras el hospital público asume el rol de contención, los fondos de los afiliados a OSPRERA viajan a Buenos Aires sin garantizar prestaciones en el territorio. La urgencia de la situación exige medidas concretas e inmediatas, y la comunidad espera que la política deje de lado disputas personales para enfocarse en soluciones efectivas que protejan la salud de los trabajadores rurales.