¡Agárrense los cinturones porque la función ya comenzó! Parece que nuestros políticos ahora han descubierto una nueva forma de hacer política: jugando a ser intendente a través de las redes sociales. La última obra en cartelera tiene como protagonistas a Sergio «el Topo» Ramos, el intendente electo, y Enrique Martínez, un personaje que se ha hecho notar por su poca capacidad de gestión y comunicación
Todo comenzó con las declaraciones de «el Topo» Ramos sobre la transición de poder, acusando a Enrique Martínez de complicar el proceso. Pero, como en toda buena obra teatral, la historia dio un giro inesperado cuando Martínez respondió desde su trinchera virtual acusando al ex intendente Nacho Jarsún de estafas e irregularidades. ¡Qué manera de pasar de un acto a otro en cuestión de segundos!
Pareciera que todos tienen un manual de «dramatización política» bajo el brazo. Pero espera, la trama se espesa. Resulta que Martínez ahora denuncia supuestas irregularidades que, según él, deberían haber sido denunciadas cuando asumió el cargo, pero sorpresa, nunca lo hizo. ¿Acaso el guion de su actuación política tenía un capítulo perdido?
Y como si fuera poco, Martínez se ha ganado algunos apodos en este circo político. Lo llaman «mentiroso compulsivo» y hasta le han diagnosticado «enfermedad mitómana». Al parecer, cuando no sabe cómo explicar las faltas de su gestión, prefiere crear temas y rumores falsos, o anunciar obras faraónicas para desviar la atención de su propia inutilidad en el cargo. ¡El público no puede dejar de reír con tanto despliegue teatral!
Pero atención, la función no termina aquí. Las redes sociales se volvieron el escenario perfecto para que Martínez lanzara sus acusaciones, pero no calculó bien su tiro, ya que sus seguidores le recriminaron por qué no presentó denuncias si sabía de las irregularidades. Y, claro, su respuesta fue bloquear a los críticos. ¡Bravo, señor Martínez, su actuación merece un premio!
El telón está a punto de caer, faltan solo 130 día para entregar el municipio, pero la historia todavía no tiene un final claro. Enrique Martínez deberá enfrentar las consecuencias de sus actos al finalizar su mandato, ya que existen cientos de irregularidades sin explicación. Como la no rendición de los ingresos de carnaval 2020, que le valió ser destituido por el Concejo Deliberante de Rosario de Lerma. Sin dudas, este gallego ha demostrado que es una estrella del drama, pero ¿será recordado como un buen intendente? Eso está por verse.