Con una claridad asombrosa, que evidencia su prodigiosa capacidad de análisis y discernimiento, el honorable concejal Emanuel Agueirre ha decidido utilizar las redes sociales como su tribuna de explicación sobre el asunto del celular de alta gama, con el cual se le vio fotografiado y publicando en sus perfiles virtuales.
Resulta que el celular en cuestión es nada menos que un iPhone de la más exquisita calidad, con un precio que fácilmente podría financiar un vehículo. Pero no, según el honorable concejal, es solo un préstamo para tomar una foto. Por supuesto, todos tenemos amigos que nos prestan sus iPhones de última generación para selfies, ¿no es así?
La falta de preparación de nuestros distinguidos concejales es cada vez más evidente, especialmente aquellos del «topismo» oficialista. La mayoría de ellos parece incapaz de articular una oración completa sin tartamudear. Y luego está el señor Aguirre, quien no solo se encarga de utilizar teléfonos ajenos sino que también se dedica a lanzar acusaciones hacia los medios por no investigar el tema de los celulares de los concejales. ¿Quién necesita un iPhone cuando se tiene la habilidad de evadir cualquier pregunta incómoda?
- Brujas, Chamanes y Chinitas con mucha Filosofia Barata y Zapatos de Goma. El Topo Ramos
- Denuncian a Aurelia Cordoba, Sara Gerez, Juan Prieto, entre otros y al Concejo Deliberante.
Pero espere, hay más. Resulta que el señor Aguirre no ha presentado ni un solo proyecto de ordenanza. Su salario mensual, $300.000 es una digna retribución por trabajar un día a la semana y haber faltado un par de veces a las reuniones de comisión del Concejo Deliberante. «Tambien tengo otros trabajos» asegura en su publicación. Según la AFIP, no posee ningún otro empleo registrado a no ser el de empleado de la Municipalidad de Rosario De Lerma. Sin embargo, cuando se les pregunta, los concejales parecen evadir la respuesta más eficientemente que un político veterano en tiempos de elecciones.

Claro, es mucho más fácil atacar a los medios que mostrar algún tipo de logro tangible ante la ciudadanía. Y mientras tanto, la gente de #RosarioDeLerma se ve obligada a recorrer las calles mendigando celulares prestado de sus vecinos para poder tomarse una selfie y mantener viva su presencia en las redes sociales. Todo el mundo deambula sin rumbo, buscando satisfacer su insaciable necesidad de atención narcisista.
Ah, sí, «narcisista». Esa es la palabra que estábamos buscando. Quizás sería conveniente que los concejales, con sus rasgos de personalidad narcisista, consideren buscar la ayuda de un psicólogo para manejar sus preocupaciones. O, mejor aún, podríamos recordarles que su trabajo es precisamente trabajar en beneficio de la gente, en lugar de pretender ser influencers berretas en las redes sociales. ¡Qué maravillosa ironía!
- El hospital permanece en el olvido político.
- El Pacto es cada día más evidente. El Topo Ramos y el Gallego Martínez más amigos que nunca.
